Todes por un nuevo Chile

Debido a la grave situación que atraviesa Chile, la Asamblea de Chilenes Autoconvocades realizó una conferencia en el CISPREN donde recibieron el apoyo de la Mesa provincial de trabajo por los Derechos Humanos de Córdoba, la Comisión Provincial de la Memoria y los Organismos de Derechos Humanos de Córdoba.
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Fotos: Mesa de Trabajo por los DDHH de Córdoba

El pasado lunes 28 de octubre, la Asamblea de Chilenes Autoconvocades de Córdoba realizó una conferencia de prensa en la sede del CISPREN (Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba), denunciando la situación inconcebible de violación sistemática de los Derechos Humanos por parte del Estado chileno para con les ciudadanes.

Durante la última semana de movilización exigieron  la renuncia del actual presidente Sebastián Piñera y el pedido de Justicia para con más de 25 víctimas fatales de represión: violaciones, torturades desaparecides y detenides ilegalmente.

Bajo este inaceptable contexto, La Mesa provincial de trabajo por los Derechos Humanos de Córdoba, la Comisión Provincial de la Memoria y los Organismos de Derechos Humanos de Córdoba acompañamos al pueblo de Chile, manifestamos nuestra preocupación y exigimos justicia ante las violaciones de Derechos Humanos cometidas estas últimas semanas.

A continuación, el documento que realizaron hermanes chilenes, donde expresan su percepción sobre todo lo que está ocurriendo en Chile y a la cuál adherimos.

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La otra cara de la Moneda.

¿Qué pasa en Chile? 

El contexto histórico, político, social y económico planteado en los pasos mencionados, nos permite hacer foco en lo que sucede realmente, más allá del discurso hegemónico que levantaba a Chile “como el país más desarrollado de la región”. La estadística más reciente del Banco Mundial, organismo encargado de analizar las finanzas de los países, señala: “Chile es uno de los 10 países más desiguales del Mundo”. Para profundizar en esto, la Organización para la cooperación y el desarrollo económico (OCDE) en el año 2014, aseguró que Chile fue el peor país evaluado en materia de desigualdad, seguido de México, EEUU, Turquía, Israel, y Estonia. Frente a esta coyuntura de desigualdad en todos los niveles de vida de gran parte de la población chilena, el presidente señaló días atrás, por medio de un canal televisivo: “Nuestro país es un verdadero oasis”, a pesar de contar con las cifras alarmantes de desigualdad del Banco Mundial. En este contexto, el economista Branko Milanovic, quien trabajó dos décadas en el Banco Mundial y que es experto internacional en desigualdad, señala que los ricos de Chile tienen el ingreso de los ricos de Alemania; los pobres de chile el de los pobres de Mongolia.

Siguiendo esta línea de la realidad invisibilizada de los Gobiernos Chilenos, hace unos días el presidente Piñera se pronunció ante los medios nacionales e internacionales, señalando: “Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite” en otras palabras, refiriéndose al PUEBLO de chile. En el mismo contexto la primera dama Cecilia Morel dijo: "Tendremos que disminuir nuestros privilegios y compartirlos con los demás”. A los días el presidente Piñera salió en cadena nacional pidiendo perdón y diciendo: “Bueno, nosotros nunca miramos mucho la desigualdad, seremos más inclusivos de ahora en adelante”.

Después de lo señalado anteriormente es importante preguntar(se): ¿Por qué el estado salió con toda su furia contra el pueblo chileno?

Desde el fin entre comillas de la dictadura de Pinochet, y el retorno a la democracia en los años 90, los diferentes gobiernos configuraron “pactos sociales” para garantizar la gobernabilidad, dejando sin legitimidad las demandas del pueblo. Así, con el paso de los años, nos encontramos con dos países: uno para quienes debemos someternos a la ley; y otro para quienes no deben someterse a la ley, ósea la democracia burguesa del estado chileno. Esa impunidad dejó en evidencia, entonces, que nunca hubo pacto social. Solo hubo un grupo de élite que maquilló la realidad para hacerla parecer unificada (en la forma de un documento ilegítimo escrito en 1980 que denominaron Constitución). A pesar de toda la furia del Estado contra al pueblo chileno; la ciudadanía intentó alzar la voz, y cada vez que hizo el intento, obtuvo como respuesta la reacción de la clase política conservadora que, defendiendo sus privilegios, echa mano del Ejército que es obediente al Poder Ejecutivo y no deliberante, o sea obedece ciegamente.

A pesar de las groseras desigualdades socio económicas, creyendo que suscribimos voluntariamente un pacto social (fue un plebiscito, sí, pero a punta de fusil), el conflicto social se encauzaba dentro de los márgenes establecidos por dicho pacto. En consecuencia, la privación de derechos fundamentales en dictadura, así como la ausencia de políticas redistributivas que asegurasen la igualdad de oportunidades prometida en los 90, ha sido siempre una batalla sostenida en un pliego de petitorios, con emisores y destinatarios determinados, por ejemplo: la educación que se privatizó en el año 1981 en dictadura; la salud, administrada por agencias privadas; el transporte, las pensiones de los jubilados y el agua, todo en manos de un grupo minoritario que alcanza el 30% de los ingresos a nivel nacional.

En este contexto, octubre del año 2019 bajo la consigna “Evadir no pagar otra forma de Luchar”, nos encontramos con el otro Chile de trabajadores portuarios, mineros, transportistas, agricultores, estudiantes, académicos, investigadores, empleados públicos, organizaciones sociales, de género, y pueblos originarios, por nombrar algunes, que emplazan a las elites gobernantes hacerse cargo del falso contrato social escrito en cuatro paredes para aclarar que “no estamos en guerra”. En buenas cuentas, intentar tapar el sol con un dedo, puso en evidencia que el fin del orden en las calles reclama más, reclama el fin del orden que nos rige. Declarar estado de emergencia y toque de queda es, sin duda, la mayor prueba de ello. Sobre esa base, en todos estos años se ha visto que los grupos minoritarios han administrado los derechos, dejándolos en manos de privados sin más control que las reglas del mercado. Bajo esta consigna, el estado chileno de Piñera, no respetó los derechos fundamentales exponiendo a su pueblo ante la brutalidad de los militares y las fuerzas de seguridad, la cual quedó en evidencia por los relatos de los ciudadanos, grabada en centenares de videos que se viralizaron en redes sociales y circularon dentro y fuera del país, que estamos seguros que uds vieron, por eso están aquí.

Fue así que lxs militares y carabineros por una semana disparó en el tórax a Romario Veloz, disparó en la cara al panadero del barrio de la población de la victoria, persiguió a les estudiantes a palo limpio torturándoles en la estación de subte; “Baquedano”, quemó cuerpos en los supermercados, señalando a través de los medios hegemónicos como TVN, CANAl 13, Chilevision, Meganoticas, que fue a causa del “saqueo”;;violó sexualmente a les compañeres en las comisarías obligándoles a introducir el fusil en su cuerpo. A Kevin Gomez, que ingresó al hospital de coquimbo con heridas en el pulmón asociadas a impactos de perdigones; a José Miguel Uribe, un soldador de 26 años, a Alex Nuñez, quien murió de una brutal golpiza de carabineros, tras tirarlo al piso, dándoles patadas en la cabeza, a las tres personas que murieron atrapadas en llamas en la cadena Líder, entre las cuales estaba Alicia Cofre y Paula Lorca. Además de la represión policial e incendios inventados, dos personas perdieron la vida al ser arrolladas por carabineros, se trata de Cardenio prado de 37 años y Joel Triviño de 4 años.

Asimismo, para no abordar las demandas de los sectores sociales en todas sus dimensiones, la respuesta del estado fue tapar la lucidez de un pueblo devastado por 40 años de sometimiento, señalando que toda esta revuelta popular, estaba orquestada por grupos de izquierda Latinoamérica, deslegitimando sus demandas históricas, esto es, que ya tiene tres (Constituciones) que se han dictado y que nunca el pueblo ha participado, supongo que ya se dieron cuenta EL POR QUÉ.

Por todo lo expuesto en esta conferencia emplazamos desde la Asamblea de Chilenes Autoconvodes de Córdoba:

Al gobierno de S. Piñera a no promover pactos sociales que se escriban en cuatro paredes, por esto mismo, señalamos que no estamos en guerra, que el nuevo chile que camina, que hace andar las fábricas, que muele la harina en sus costales, es un chile que se está organizando en cada comuna, municipio, centros vecinales, regiones, y asambleas para una nueva constitución donde se acabe con los privilegios de clase, y se siembre un Chile, equitativo y más justo, un chile donde los estudiantes no sean perseguidos por acceder a una educación que no lucre con el saber, que nuestros abuelos puedan acceder a una red de farmacias estatales, y que no se nos mueran en las largas noches de los hospitales desfinanciados. Emplazamos la pronta liberación de Rodrigo Alejandro Martínez dirigente estudiantil y estudiante de enfermería detenido anoche desde su casa. Hacer el nuevo Chile implica desvincularse de la dictadura, que dejó en el imaginario social argentino, como traidores a les chilenes, dejar en claro que fueron los militares bajo la dictadura de Pinochet.

Es así señor presidente, con todo el respeto, cambiar de gabinete seguirá profundizando sus privilegios burgueses que incluye a la oposición de mi patria.

Para finalizar, la gente que camina las nuevas calles de Chile, no le cree el pacto social de volver a la normalidad. Hacer el nuevo Chile, implica, empezar a construir un estado plurinacional donde se incluyan las voces, saberes y sabidurías de los pueblos originarios. Implica devolver el mar a los pescadores, volver a ver en las calles a nuestres agricultores con sus verduras, frutas sin que llegue carabineros y les repriman. Poder estudiar libremente sin endeudarnos con sus bancos Llamar a una asamblea constituyente implica volver a escuchar a los poetas, a los músicos, a la cultura, volver a saludar al vecino, conocer al panadero, saludar al chofer del bondi. Hacer el nuevo chile implica, pagarles a los bomberos, bajar sus dietas parlamentarias, esclarecer el asesinato de Macarena Valdez, del peñi Matías Catrileo y Camilo Catrilanca. Hacer el nuevo Chile, implica poner el cuerpo a las balas, a las torturas, a las violaciones, a los montajes, a que se nos caguen de risa. Hacer el nuevo Chile, implica, perder el miedo, dejar de ser esclavos de sus empresas.

Hacer el nuevo chile implica que Ud. señor Piñera se le acuse constitucionalmente por haber sometido al pueblo chileno, nuevamente a las violaciones a los derechos humanos que venimos viviendo desde hace 40 años.

Hacer el nuevo Chile compañeres de los pueblos latinoamericanos es volver a soñar que muy pronto volveremos abrir las grandes alamedas por donde pase el hombre libre a construir una sociedad mejor.

Viva chile, viva el pueblo y viva sus trabajadores.

¡Chile es nuestro y tendremos que defenderlo!

3Foto : Lucas Yevilaf Reyes.


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Mesa de trabajo por los DDHH de Córdoba

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