El machismo: #LaOtraPandemia

Noticias 14 de abril de 2020 Por Giuliana Scarponetti y Rodrigo Savoretti
La pandemia del coronavirus invisibilizó en gran parte a #LaOtraPandemia al mismo tiempo que paradójicamente permitió tirar por la borda, en un plano público, al sentido común machista que sostiene que a las mujeres no las matan o violentan sus esposos, parejas o familiares cercanos (por más que las estadísticas demuestren siempre lo contrario). Qué sucedió desde el inicio de la cuarentena. Qué medidas se tomaron desde el Gobierno Nacional. El accionar patriarcal de la Policía argentina. Y la demanda de un Plan de Emergencia de implementación urgente en todas las provincias como parte de una necesaria política del Estado nacional.
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Ph: Sofia Rubiano

A partir del 2013 la Organización Mundial de la Salud consideró que las violencias hacia las mujeres son una pandemia y un problema de salud pública. Desde que inició la expansión mundial del coronavirus, #LaOtraPandemia machista se ha incrementado mucho más pero su realidad cotidiana no es visibilizada por los medios masivos de información. Tan solo en Argentina desde el inicio de la cuarentena, las llamadas a la línea (144) que atiende cuestiones de violencia de género han aumentado en un 40 %. Los femicidios siguen ocurriendo y existe una preocupación frente al contexto actual de que aumenten. El patriarcado es un enemigo cada vez más  visible (gracias a la lucha feminista), deja marcas y se queda en casa. 


Desde el inicio del 2020 ya son 96 las mujeres víctimas de femicidios, una cifra que aumenta con siete muertes de personas trans y travestis a raíz de la falta de acceso a derechos básicos como educación, salud, trabajo y vivienda. Estas cifras jamás serán solo números. Son mujeres y personas trans, travestis, que tenían sueños, proyectos, hijes, amistades o simplemente ganas de gozar del derecho irrenunciable de vivir (y seguir viviendo).


Frente a la pandemia y al aislamiento social obligatorio decretado por el Gobierno Nacional el pasado 20 de marzo,  el registro de la violencia machista creció mucho más. No solo en Argentina, sino en toda la región latinoamericana (la más peligrosa para las mujeres) y en el resto del mundo. El director de la ONU, António Guterres, destacó en un comunicado que en las últimas semanas se registró “un estremecedor repunte global de la violencia doméstica en todo el mundo". “Para muchas mujeres y niñas, la amenaza es mayor precisamente allí donde deberían estar más seguras, en sus propios hogares”, remarcó.


Según el  Observatorio de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en concordancia con el  Observatorio Mujeres, Disidencias y Derechos de las Mujeres  de la Matria Latinoamericana-MuMaLá, en los últimos 10 años el 62% de las víctimas de femicidios fueron asesinadas en su hogar o en el hogar compartido con su agresores. También más del 60% de los femicidas han sido pareja o expareja de la víctima. 

En Córdoba El Polo de la Mujer  recibió  más de 5 mil llamadas por violencia familiar y de género,  derivadas a un equipo compuesto por profesionales de Derecho, Psicología y Trabajo Social, que responden a las consultas a pesar de que las condiciones de trabajo son lamentables. En varias oportunidades les profesionales han sufrido abandono por parte del propio Estado cordobés de modo que sus fuentes laborales se han visto desprotegidas.  Una trabajadora que el año pasado se acercó a la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos para buscar respaldo ante sus constantes protestas por mejores condiciones, relató que ella sola tuvo que asistir a las familias de dos víctimas de femicidio en un mismo fin de semana. El Estado cordobés entonces tiene a trabajadoras precarizadas (económica y psicológicamente) que deben -en el nombre del Estado- atender y contener a mujeres o familias víctimas de la violencia de género. Ante un gobierno que promueve un Estado patriarcal y violento como el cordobés: ¿se puede esperar políticas públicas que logren disminuir los femicidios, contengan a las víctimas sobrevivientes y a les hijes de víctimas, adhieran a la legalización del aborto seguro y gratuito, generen mejores condiciones de vida para mujeres, personas trans y travestis?. Claramente por ahora no. Al Gobernador Schiaretti le estarían importando poco las mujeres cordobesas. Tanta soja agrotóxica estaría atrofiando su humanidad.


A nivel nacional, el Ministerio de Mujeres, Género y diversidad, fortaleció y amplió la atención de la Línea 144, generó nuevas recomendaciones en materia de cuidados y medidas para el traslado de niñes y adolescentes durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio, dispuso de refugios y hogares de contención para más de 200 mujeres en situación de riesgo, además se gestionaron medidas específicas destinadas a la población LGBTTTIQ, y se dispuso que tanto las mujeres y las personas del colectivo disidente que sufran violencia de género, obviamente, podrán salir de sus domicilios para pedir ayuda y realizar denuncias en caso de encontrarse en una situaciones de riesgo. 

Estas cifras y medidas dejan en claro que el “otro virus” patriarcal sigue operando en los peores momentos. Se cae completamente  el argumento machista de que a las mujeres las matan por "estar en las calles". Esta pandemia permite visibilizar que en su gran mayoría tanto las situaciones de violencia psicológica como los femicidios se dan en los  hogares, con algún familiar cercano, o personas del entorno. Pareciera que la actualidad ahora es solo la pandemia -y no se está alentando a negarlo-, pero también se tiene que dejar de mirar de costado ante la preocupante situación que viven las  mujeres. Cabe recalcar la importancia de la lucha feminista que constantemente pone la cuerpa permitiendo la visibilización de estas situaciones, como así también la relevancia de las diferentes medidas que se tomaron a nivel nacional para responder y contener estas  lamentables situaciones. Desde el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad se está intentando llevar a cabo políticas que se gestionen a través de no solo un necesario trabajo interministerial sino también intentando articular de manera estructural con los estados provinciales y municipales como también con las distintas organizaciones territoriales y comunitarias de los barrios. 


La cuarentena ha demostrado que el odio machista también se viste de uniforme. El aumento de la violencia institucional desplegada por la policía no deja de preocupar a los Organismos de Derechos Humanos. Porque como en todos los ámbitos, aquí también el orden patriarcal hace lo suyo. Desde el inicio de la cuarentena varias mujeres denunciaron detenciones arbitrarias y violencia policial. Como sucedió con dos mujeres en Puerto Madryn hace una semana atrás. Una volvía del trabajo y la otra iba a buscar a su hijo, las llevaron detenidas  a la comisaría donde las obligaron a desnudarse para hacer sentadillas. O peor aún, hace días atrás la Policía asesina de San Luis, más precisamente en la localidad de Santa Rosa del Conlara, detuvo a Florencia Morales (39) mientras se dirigía a comprar comida para sus hijes menores de edad, por supuesta violación a la cuarentena y la llevó a la comisaría local donde la apresaron después de varios forcejeos. Más tarde, la misma policía informó que la mujer "se suicidó" en la celda. La hermana de la víctima dijo que sabía que los policías la habían acosado en anteriores oportunidades y sostuvo que antes de matarla seguramente la intentaron abusar. El gobernador de la provincia, Alberto Rodríguez Saá, no dijo nada al respecto en sus comunicados diarios, a pesar de ser el responsable político de una muerte más a manos de la fuerza pública en su provincia. Otro gobernador al que los derechos humanos -por más foto con pañuelo verde que se saque- parecieran no interesarle en lo más mínimo.


Mientras se terminaba de escribir esta nota, la policía salteña incurría en un atentado en contra de la defensa de las mujeres al arrestar a Irene Cari, Presidenta del Foro de Mujeres de Salta, por intervenir en una situación de violencia intrafamiliar defendiendo a una menor en situación de violencia de género. La policía la detuvo violentamente y aún no declaró las causas de su arresto. Recordemos que el gobernador Gustavo Sáenz y todo su gabinete de ministros firmaron el pasado 3 de abril un decreto en donde se le da superpoderes a las fuerzas de inseguridad. Para reprimir, hay decretos y órdenes. Pero para prevenir y contener, sólo hay más violencia. 


Los gobernadores provinciales tienen serios problemas para respetar derechos civiles y humanos. No es casualidad que (casi) todos sean hombres blancos cis, con mucho capital e historias oscuras de cómo llegaron al poder.


Queda claro entonces  que el problema es de raíz y que durante la pandemia se siguen reproduciendo y reforzando estas lógicas machistas, asimétricas y de cosificación en una sociedad completamente colonizada, patriarcal y capitalista. Quedará en la fuerza de  los movimientos feministas con el apoyo de grandes sectores de la sociedad (menos de la iglesia cómplice, obviamente) en seguir ejercerciendo presión sobre -y en- la clase política para que la cuarentena no haga esperar más lo que es urgente, por eso  proponemos que los legisladores de Córdoba gestionen un Plan de Emergencia para saldar estos vacíos que no dan respuesta ni asistencia a víctimas de violencia de género y a les niñes víctimas de los femicidios hacia sus madres. También a Schiaretti para que deje de mirar a un costado y  se adhiera a los protocolos de alcance nacional haciéndose eco de articular y bajar las políticas que está gestionando el Gobierno Nacional para frenar la violencia patriarcal. 


Por todas las mujeres, personas trans y travestis que lucharon y siguen luchando contra este sistema injusto y opresor, gritamos fuerte: ¡SE VA A CAER!

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Ph: Fernanda Cortéz


Teléfonos útiles:

-La Brigada de Protección Integral a la Mujer continúa activa las 24 horas. Por consultas o denuncias de violencia familiar o de género: 0800 888 9898 o por WhatsApp al 351 8141400.

-Línea 144. 

-Línea 911.