“El periodismo será con Derechos Humanos o no será”

Noticias 07 de junio de 2020 Por Por Comisión de Comunicación de la Mesa de Trabajo
La esencialidad del periodismo en tiempos de cuarentena. La importancia de su compromiso social con los Derechos Humanos relatado por tres referentes: Tri Heredia, Claudia Varas y Alexis Oliva. El papel del Estado en la democratización de la palabra. Libertad de expresión vs libertad de irresponsabilidad. Demandas y esencialidad de los medios alternativos.
nota
Ph: Sofia Rubiano

La pandemia del Covid19 desatada en todo el mundo deja en manifiesto -clara y concisamente- que el periodismo responsable es una labor imprescindible en sociedades tan mediatizadas como las contemporáneas. Ya sea por una urgencia descomunal como la presente o por la necesidad permanente de contar con comunicación con perspectiva en DDHH al servicio de las realidades latinoamericanas ancestralmente violentadas. Las, les y los periodistas habitamos hoy en día una responsabilidad tan urgente y esencial como la de les enfermeres, mediques y politiques.


De nuestro tratamiento periodístico con la información dependen muchas acciones de la ciudadanía. Y de esas acciones (casi siempre colectivas) depende nuestro futuro como sociedad. El derecho humano a la comunicación debe ser garantizado más que nunca por un Estado garante de un futuro mejor para los menos favorecidos del sistema político y también del sistema de medios.


La palabra, como la tierra, deben ser democratizadas. No podemos comer sólo soja transgénica ni consumir únicamente palabra negacionista, odiosa y cómplice de un poder concentrado que no tiene otro fin que el de mantener un sistema de dominación donde todo lo diferente a lo impuesto pasa a ser tergiversado, deslegitimado y finalmente criminalizado. En la diversidad está la riqueza de nuestra patria. Y en la pluralidad de voces está la riqueza de nuestras culturas. 


El Estado tiene que tomar decisiones que garanticen una verdadera y efectiva democratización de la palabra en Argentina. Y ello sólo puede hacerse con acciones concretas que se basen simplemente en el cumplimiento del derecho que tenemos todes les argentines al acceso a la información en igualdad de condiciones permitiendo la libertad de expresión tan necesaria. 


“Como Estado debe ponerle límites a los grupos poderosos que monopolizan la palabra y en simultáneo debe asumir la responsabilidad de poder generar políticas públicas que fortalezcan y empoderen a los medios alternativos, cooperativos, autogestivos y/o populares” afirma Claudia Varas, militante feminista y de DDHH, comunicadora social y trabajadora.


“Democratizar la pauta es garantizar el pluralismo informativo” sostuvieron en un comunicado en conjunto FARCO (Foro Argentino de Radios Comunitarias), FADICCRA (Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina) y CONTA (Coordinadora de Televisoras Alternativas). Además expresaron su preocupación por la continuación de la crisis económica que sufre el sector: “nuestro sector se encuentra en emergencia y mientras los medios de los grupos económicos cobran los ATP y acumulan la pauta publicitaria, para nuestros medios apenas llegan las migajas o, en muchos casos, ni siquiera eso”. 


Los medios de comunicación alternativos, cooperativos y populares han demostrado ser esenciales para mostrar las realidades que los grandes medios intentan ocultar bajo la alfombra. Su labor es de una esencialidad contextual única. La continuación de estos proyectos garantiza la democracia argentina. Hoy en día representan, resignifican y reivindican los lentes de Walsh, la poesía de Urondo, la rigurosidad de Piri Lugones, la pedagogía periodística crítica de Alicia Eguren y la claridad de Bayer. 


Informar con responsabilidad y rigurosidad periodística hoy en día es un acto de dignidad para con la profesión y la sociedad civil. Acción que debe mantenerse coherente con todas las dimensiones de lo social a la hora de hacerlo. De nada sirve producir una sección especial de información sobre coronavirus si después a través de columnas de opinión o noticias se fomenta un accionar individualista e imprudente como las salidas prohibidas y/o el fin de la cuarentena obligatoria que ha salvado miles de vidas. Por un lado, los medios corporativos alertan y paranoiquean a sus lectores/as con el virus y por el otro fomentan su letal contagio. Doble acción negligente por parte de operadores y medios que nada tienen que ver con el periodismo.


Las noticias falsas, la sobre información, la desinformación y las operaciones mediáticas representan un peligro para el sistema político democrático. Y ante el actual contexto significan también un riesgo para la vida y salud de millones de personas.


Se hace más necesario que nunca una nueva reforma regulatoria sobre los medios de comunicación. Les periodistas conscientemente irresponsables son una amenaza para la convivencia pacífica y el respeto por un decreto de urgencia histórica que solo tiene como fin proteger la salud de les ciudadanes. Tri Heredia, militante, periodista, diseñador y director de “Suresnoticias” nos advierte: “La libertad de irresponsabilidad que avasalla y deja de lado la construcción democrática de la libertad de expresión no tiene que tener lugar”. Y continúa: “quienes construimos, participamos y a diario estamos vinculados con los Derechos Humanos y su decir, creemos que la palabra periodística será con Derechos Humanos o no será”.


Alexis Oliva, militante DDHH, profesor de la FCC y editor del portal “Qué” nos da su opinión sobre la relevancia de la formación de comunicadores con perspectiva en DDHH: “es esencial y debería ser intrínseca tanto en la academia como en ámbitos informales ya que es imposible poder ejercer el rol social del periodismo sin estar formado en Derechos Humanos”. Y nos advierte: “pero tampoco se debe caer en la falacia de formaciones en DDHH de ayer y DDHH de hoy. La formación debe contar no solo con su historización, conocimiento de las distintas luchas de esas conquistas y defensas, manejo de fuentes y demás, sino también con una formación ideológica y ética que implique un compromiso, una toma de posición a favor de esos derechos”.


La formación en Derechos Humanos también trae consigo implícitamente una formación con perspectiva de género. Giuliana Scarponetti, estudiante y militante feminista y de DDHH manifiesta: “Desde los grupos feministas una de las luchas que perseguimos es democratizar el enfoque con perspectiva de género en cargos políticos, de justicia y medios. En la mayoría de los medios hay una gran ausencia de editores de contenido, cargo que -evidentemente- es sumamente  necesario para dejar de repetir estas lógicas machistas. Estos espacios deben ser ocupados por  mujeres, trans y travestis para que trabajen y aporten a la construcción colectiva, además de que ayudaría a alcanzar una mayor integración de mujeres, trans y travestis en los cargos laborales”. 


En un contexto latinoamericano vapuleado por la violencia neoliberal que si no se impone a través de fraudes electorales lo hace con golpes de Estado, militarización de las democracias, represión selectiva y violaciones sistemáticas a los DDHH, la labor periodística representa una resistencia imprescindible. Resistencia y organización que siempre incomoda al poder imperial y cipayo. El miedo de los opresores a la libertad y soberanía de los pueblos se lleva vidas como la de Sebastián Moro. Periodista argentino que fue el primero en denunciar el golpe de Estado en Bolivia, y también la primera víctima fatal de la dictadura que comenzaba a imponerse en el país hermano. Ser periodista y militante representa un riesgo en el continente y también en muchas partes del mundo. 


Los tiempos que corren no son para periodista tibies. Y mucho menos para periodistas “objetivos” como nos vende de manera ilusoria el mercado capitalista. Ya que la objetividad nunca existió. Toda palabra, todo título, toda imagen puesta en marcha, tiene una intencionalidad y persigue un interés. Alexis Oliva sostiene que como periodistas debemos pensarnos desde cierta conflictividad: “el periodismo tiene que mostrar lo que el poder no quiere que sea mostrado, tiene que contar lo que el poder no quiere que sea revelado, es decir, tiene que incomodar pero con un enfoque que al poder le moleste”. 


“El periodismo crítico y transformador que se puede encontrar en los medios alternativos, autogestivos y populares tiene el desafío de generar cierto rigor que pueda llegar a permitirle tener lo que no tiene: poder. Pero poder en el mejor de los sentidos entendiéndolo como una influencia cultural y una capacidad de generar conciencia en las poblaciones y comunidades” sostiene Oliva. 


Les desearíamos un felíz día pero sabemos que no lo es. Muches periodistas se encuentran sin trabajo o en condiciones laborales desfavorables por suspensiones o recortes salariales. Pero no por ello dejaremos de resistir y organizarnos ya que como manifiesta Claudia Varas “trabajar por la comunicación es trabajar por la independencia, la justicia, la soberanía y por un país mejor para todes. El pueblo en su conjunto necesita de herramientas para poder denunciar cuando sus derechos son vulnerados”.


“La palabra democrática en Argentina llegó para quedarse y hay un NUNCA MÁS a toda violación a los derechos humanos”, remarca con énfasis Tri Heredia.